Comisiones Obreras de Navarra | 25 abril 2024.

1º Mayo 2024

El futuro de las pensiones, en campaña

    Un artículo de opinión de Manuel Vázquez, secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO de Navarra.

    15/06/2016.
    El futuro de las pensiones, en campaña

    El futuro de las pensiones, en campaña

    El debate de las pensiones siempre se intensifica cerca de las elecciones. Los medios de comunicación  y los partidos políticos están reflejando en los últimos días los problemas del sistema público de pensiones, argumentando fundamentalmente el tema demográfico y el económico. En muchas ocasiones, los políticos se entregan al partidismo: acusarse unos a otros y  defender soluciones mágicas que solo llevan a empeorar esta situación.
     
    España es uno de los países donde la población envejece más rápidamente. Vivimos más, pero  también la natalidad desciende cada vez más como consecuencia de una menor tasa de nacimiento. El riesgo de una pérdida de población con menos ciudadanos en edad de trabajar  y más jubilados  es cada vez más relevante. Tenemos cada vez menos hijos y los mayores de 65 años ya son el 18,2% de la población en España (en Navarra, más 121.000 de una población de 640.151 habitantes).
     
    Otro aspecto importante son los 9,3 millones de pensiones con más de 17 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social. España jamás ha tenido más de 20 millones de cotizantes y se considera que un sistema de reparto de pensiones es difícil de sostener si ese ratio es menor de dos contribuyentes por pensionista. Las pensiones ya suponen más del 11% del PIB.
     
    El Fondo de Reserva se creó en el año 2000 para acometer los retos demográficos y garantizar las pensiones en periodos de crisis aprovechando los ingresos extraordinarios en épocas de bonanza; un fondo que ha pasado de tener 70.000 millones de euros a menos de 32.000 en el 2016. ¿Se acerca a su fin? De seguir en esa línea, para el año 2018 se agotaría, ¿y después qué?
     
    Esta ecuación de envejecimiento de población, disminución de cotizantes, alto paro y salarios bajos, tiene como consecuencia menos ingresos a la Seguridad Social. Si a esta grave situación no le ponemos como pilar el crecimiento y el empleo, el resultado será? ¿otro  recorte de las pensiones? Las personas mayores se han convertido en el "colchón" principal  para cientos de miles de familias. Esta situación, lejos de mejorar, sigue empeorando gravemente la calidad de vida de este colectivo. En Navarra se estima que más de 38.000 hogares están sostenidos con los ingresos de las pensiones.
     
    Otro dato importante a destacar es que el 40,4% de las pensiones en Navarra están por debajo del salario mínimo interprofesional (655,20 euros mensuales), lo que supone que más de 52.000 pensiones no alcanzan el SMI. De los datos podemos destacar otra conclusión: ser pensionista no significa escapar de la pobreza. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, uno de cada cinco españoles (el 20,4%) vive por debajo del umbral de pobreza. Hay comunidades con mayores tasas de pobreza: Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía, Canarias, Murcia y Valencia; Navarra está cerca del 9%, la más baja de todas las comunidades autónomas.
     
    A su vez, los indicadores de distribución de la riqueza nos alertan  del crecimiento de la desigualdad. Un estudio de Oxfam Intermón indica que los 20 españoles más ricos acumulan 77.000 millones de euros, y eso es más de lo que tienen el 20% de las personas más pobres. En este escenario, cada vez son más las voces que subrayan que la Seguridad Social necesita pronto de más recursos que no procedan solo de las cotizaciones. La creación de empleo precario y salarios más bajos nos ha demostrado que éste no es el camino a seguir para mejorar los ingresos al  sistema.
     
    Hay muchas propuestas y alternativas encima de la mesa para garantizar el futuro de nuestro imprescindible sistema de pensiones. Abordarlas desde la legitimación política y social que se deriva de acuerdos entre las fuerzas con representación parlamentaria y con los interlocutores sociales (sindicatos de trabajadores y trabajadoras y organizaciones empresariales) es, sin duda, el mejor camino para ello.
     
    Desde CCOO y la Federación de Pensionistas consideramos que hay alternativas. Consistirían en  reforzar la estructura de ingresos del sistema a través de cotizaciones (cantidad y calidad de empleo, incremento sustancial del Salario Mínimo Interprofesional; recuperación de las rentas salariales a través del empleo y la negociación colectiva,?) e impuestos (fuente de financiación adicional necesaria).
     
    Entendemos que la crisis no puede suponer un obstáculo en los niveles de desarrollo alcanzados de los derechos conseguidos y ya consolidados a lo largo de décadas.  Queremos hacer una apuesta firme por el sistema público de pensiones y la defensa de los servicios públicos que han mostrado su eficacia en la situación actual en la que nos encontramos.