Comisiones Obreras de Navarra | 24 abril 2024.

1º Mayo 2024

El falso problema de vacantes laborales

  • Artículo de opinión de la secretaria de Formación y Empleo de CCOO de Navarra Pili Ruiz. "Las empresas tienen un importante papel que cumplir, ofreciendo buenas condiciones de trabajo, definiendo carreras profesionales estables e invirtiendo en la formación de sus trabajadoras y trabajadores".

16/12/2022.
Pili Ruiz.

Pili Ruiz.

Estos días asistimos al debate recurrente del problema de vacantes. Hace unos meses CCOO hacíamos público un estudio sobre “el análisis de las vacantes laborales en España” que demostraba que el problema no es de vacantes sino de un tejido empresarial incapaz de generar empleo suficiente a la altura de la cualificación de las personas trabajadoras. Las empresas tienen un importante papel que cumplir, ofreciendo buenas condiciones de trabajo, definiendo carreras profesionales estables e invirtiendo en la formación de sus trabajadoras y trabajadores.

Una de las principales conclusiones del estudio es que en España no hay un problema de vacantes. Según la estadística oficial, en el primer trimestre de 2022 el porcentaje de vacantes se situó en el 0,9% frente al 2,9% de media en la UE, siendo España junto con Grecia el país con el porcentaje más bajo de la Unión Europea. Pese a esta realidad, en los últimos meses se suceden frecuentes llamadas de atención de distintas empresas y sectores planteando que no son capaces de encontrar los perfiles que necesitan.

Esta situación tiene dos explicaciones posibles: En el caso de empresas y actividades que requieren personas poco cualificadas, como la hostelería, agricultura y transporte, la explicación está en las malas condiciones laborales. Estos sectores ofrecen a los posibles trabajadores y trabajadoras bajos salarios, largas jornadas laborales y, hasta ahora, trabajos temporales. En consecuencia, las personas que pueden encontrar algo mejor o tienen el apoyo familiar optan por no trabajar en ellos. Si estas empresas quieren dejar de tener problemas para encontrar trabajadores lo que tienen que hacer es mejorar sus condiciones laborales.

Por otro lado, en el caso de los sectores que requieren trabajadores y trabajadoras cualificadas, la explicación fundamental se encuentra en la ruptura de los procesos de formación orgánicos dentro de las empresas. La rotación laboral así como el uso abusivo de la subcontratación para abaratar costes han destruido los procesos de formación en muchas empresas. La solución a los problemas de vacantes en estos sectores pasa porque las empresas apuesten por carreras laborales estables en las que la formación de sus trabajadores y trabajadoras tenga un papel central. Para ello tienen a su disposición el dinero público destinado a formación en las empresas del que, paradójicamente, todos los años se queda gran parte sin gastar, así como las nuevas ofertas de formación flexibles que se han facilitado con la reforma y promoción de la Formación Profesional.

Por lo tanto, lo que pone en evidencia el debate sobre las vacantes y sobre la supuesta dificultad de las empresas para captar personas trabajadoras es un déficit arraigado en nuestro tejido productivo e institucional que reclama soluciones inmediatas. En primer lugar está la cultura empresarial, que favorece un modelo intensivo en mano de obra, de baja cualificación y productividad, que precisa de un gran excedente de mano de obra del que servirse en la lógica del ‘efecto clínex’, eso es, el usar y tirar la fuerza de trabajo en función del ciclo económico y de la previsión de beneficios a corto plazo. Sitúa también el necesario desarrollo de los servicios públicos de empleo, que se han instalado, por inercia, en una lógica de pura gestión de programas de políticas activas, y en el que la intermediación y orientación de las personas ya ocupadas ocupa un papel secundario. Recuperar todo este potencial cuando enfrentamos la doble transición (ecológica y digital) y un cambio de modelo productivo es un reto estratégico de primer orden.

Por ello urge abordar el debate de la baja cualificación y la necesidad de reconocer y acreditar las competencias ya adquiridas por vía de la experiencia o del aprendizaje informal, un proceso que debe ir acompañado de medidas activas de formación y orientación permanente. Urge que las empresas reconozcan la formación y cualificación como una inversión, que faciliten el tiempo de dedicación a la formación. Es necesario priorizar esta cuestión en la negociación colectiva, y consensuar los planes de formación de tal manera que no se malversen ni infrautilicen los recursos que habilita la cuota de formación que pagan empresarios y trabajadoras y trabajadores. Junto a este papel central de las empresas, la Formación Profesional y el Servicio Navarro de Empleo también tienen un importante papel que cumplir en la actualización de conocimientos profesionales.