Comisiones Obreras de Navarra | 21 noviembre 2024.

Un año de precariedad en Glovo tras su falsa laboralización

  • David Moreno, rider de Glovo: "la dignidad de la plantilla que en esta empresa trabajamos, los y las trabajadoras hemos llegado a nuestro límite de paciencia y hemos decidido pasar a la acción".

21/11/2022.
David Moreno.

David Moreno.

Hace algo más de un año que Glovo, en noviembre de 2021, tras la entrada en vigor de la ley Rider el 12 de agosto de ese mismo año, decidió seguir operando – y por tanto, saltándose la ley que obliga a contratarnos por cuenta ajena a todos los trabajadores y trabajadoras que en la empresa trabajamos – en su gran mayoría con flota de falsas y falsos autónomos, para laboralizar en torno a un 10/15% de su flota en su novedosa línea de supermercados fantasma, creando una nueva empresa de la compañía, llamada GlovoExpress (GlovoApp Groceries SL).

Desde entonces, los trabajadores y trabajadoras que decidimos pasar a ser contratados como asalariados en esta nueva empresa y los y las que se han ido incorporando posteriormente, venimos sufriendo un calvario agónico que conforme pasa el tiempo, agota la paciencia de todos y todas las que sufrimos las condiciones que nos impone la empresa. El modus operandi de la empresa es sencillo: 3 meses de contratación temporal por ETT (a veces una y otras veces, otra) para después pasar a contratación indefinida por la propia empresa, con un periodo de prueba de tres meses.

De los en torno a 10 que empezamos con el inicio de la actividad de la empresa en noviembre de 2021, tan solo quedamos 3, siendo actualmente 15 de plantilla, de los cuales 5 son contratados/as por ETT. Se nos comenzó aplicando el convenio de comercio de alimentación de Navarra cuando se nos contrató por la ETT Randstad, para a los 3 meses, pasar a ser contratados indefinidos por parte de la empresa con una modificación contractual que suponía la aplicación de un convenio diferente y extremadamente más precario: el estatal de tiendas de conveniencia.

En ese momento y con el asesoramiento de Comisiones Obreras, intentamos entender qué suponía este cambio de condiciones, y, sobre todo, qué era una tienda de conveniencia y por qué nos cambiaban el convenio de aplicación, a cambio de un interesado plus voluntario por parte de la empresa “ad-personam” de unos 200€ en función de la jornada realizada con 6 meses de duración, con el objetivo de ir allanando el terreno para un posterior detrimento salarial.

Pues bien, una tienda de conveniencia es un tipo de comercio con licencia de apertura como tal, otorgada por el ayuntamiento de la ciudad o pueblo en la que se encuentra, de la que, en nuestro caso, carece el local. Además, debe permanecer 18 de las 24 horas del día abierto, los 365 días del año, cosa que tampoco se cumple debido a que abrimos de 10 a 24 horas. Debe estar abierta al público para su entrada física, cosa que tampoco se cumple debido a que tan solo se reparte desde el supermercado al domicilio del cliente o clienta. Existen otros criterios que definen una tienda de conveniencia, pero para hacernos a la idea, este convenio se aplica sobre todo en grandes ciudades a supermercados 24 horas, locutorios…

La aplicación de este convenio supone para nosotros y nosotras, una vez ya se nos ha quitado el plus “ad-personam” de 200€ tras el paso de los 6 meses en el mejor de los casos (para los 3 que llevamos desde el inicio de operación de esta empresa) y para todos los y las demás que han ido siendo contratados a posteriori, un salario de 14.280€ brutos si estuviéramos contratados a jornada completa, pero siendo que salvo un trabajador, todos lo estamos al 75% de la jornada (30 horas semanales), no llegamos a 800€ mensuales en muchas ocasiones. Además, no tenemos derecho a ropa de trabajo, los Equipos de Protección Individual brillan por su ausencia, las condiciones de Prevención y Salud Laboral han dado lugar ya a varios accidentes, las condiciones sanitarias de los 2 locales por los que hemos pasado también dejan mucho que desear – dando lugar a un paro de trabajadores y trabajadoras de 2 días y medio en verano –, el control que ejerce la empresa de los trabajadores y trabajadoras provoca una presión en muchas ocasiones desmedida y la tenencia de dinero en efectivo, muchas veces en grandes cantidades, supone una responsabilidad que legalmente no podemos ni debemos tener.

Siendo el delegado de personal de la empresa desde junio de este año, hemos mantenido ya 7 reuniones con la empresa, pasando por diversas tensiones y consiguiendo acordar avances sobre todo en torno a la Prevención de Riesgos Laborales pero sin que la negociación en lo relativo a la aplicación del convenio de comercio de alimentación de Navarra – donde se incluye a partir de septiembre de este año nuestra actividad dentro del ámbito funcional del mismo – haya sido fructífera, llegando ya a desgastar la paciencia y la buena actitud de una plantilla que ha cedido mucho ante una empresa que no quiere, ni pretende, ni desea el bienestar de sus trabajadores en Navarra.

La empresa nos presenta pérdidas y nos hace ver que, por el momento, su actividad no es rentable ni lo ha sido en este año, y que, además, está muy lejos de serla. En dichas negociaciones ya hemos dejado una y otra vez claro que la culpa de la actividad económica deficitaria por parte de la empresa es única y exclusivamente responsabilidad y culpa de la misma y sus gestores y gestoras. Y es que, la merma de productos mensual es desorbitada, hasta hace escasas semanas, la luz del local estaba “pinchada” de la comunidad de vecinos del edificio, la manguera antiincendios no tiene agua, la colocación de un aire acondicionado en octubre ha provocado la caída del techo y el goteo continuo en una garrafa de “aquaservice” y el local hasta hace pocas semanas seguía teniendo un cartel de “Caprabo” para actualmente desaparecer y no tener ningún tipo de publicidad ni referencia a Glovo.

Ante una situación como esta, que demuestra la dignidad de la plantilla que en esta empresa trabajamos, los y las trabajadoras hemos llegado a nuestro límite de paciencia y hemos decidido pasar a la acción, entrando al conflicto colectivo por la aplicación del convenio que nos corresponde y convencidos de llevar a cabo todas las medidas de presión que estén en nuestras manos para hacer ceder a la empresa de que debemos tener unas condiciones dignas acordes a nuestra actividad, y que ya están recogidas en un convenio sectorial autonómico. No nos vamos a plegar ante los intereses de explotación de una empresa cuyo objetivo final es la competición desleal de un mercado ahora mismo casi inexistente en Navarra del que pretende adueñarse a costa de nuestra fuerza de trabajo y de tirar los precios de los productos.

David Moreno es delegado de personal por CCOO en la empresa GlovoExpress de Pamplona.